san nicolas de bari
El Hospital San Nicolas de Bari.
En la calle Hostos donde se forma esquina con la calle Luyeron se levantan las ruinas del cual fuera el primer hospital de América, el Hospital San Nicolas De Bari, iniciado por el entonces gobernador de la isla de Santo Domingo, Fray Nicolas de Ovando.
Este hospital nación de la piedad de una mujer negra que trataba de cuidar a los enfermos de acuerdo a sus posibilidades. Porque no había ninguna institución que lo hiciese. Ovando, el gobernador, viendo la piedad de esta mujer, mando a levantar el hospital en piedras.
Algunas versiones aseguran que el hospital se construyó alrededor de 1503, mientras que otros aseguran que no fue hasta después del 1504. En el 1519 mucho después de haber muerto Ovando, la base del hospital había terminado.
Algunas versiones aseguran que el hospital se construyó alrededor de 1503, mientras que otros aseguran que no fue hasta después del 1504. En el 1519 mucho después de haber muerto Ovando, la base del hospital había terminado.
Según E. Walter Palm, San Nicolás de Bari no fue el hospital que construyó el gobernador, puesto que este era de madera y palo, si no fue la cofradía de nuestra señora de concepción la que en el año 1533 construyó un hospital de piedras.
Ya para el año 1542 el hospital llegó a su máximo esplendor ya que el número de personas que atendían llegaba a los 60 pacientes atendiéndose alrededor de 700 personas por año.
Desgraciadamente el edificio es abandonado en el siglo XVII. Los motivos de tal abandono se desconocen pero se creen que fueron los sismos de ese mismo siglo.
Mas tarde con finalidad de utilizarlo se extraen material del sitio pero en Septiembre del 1930, con el ciclón San Zenón, recibió danos irreparables, quedando así una visión correcta de todo el edificio.
El Hospital San Nicolás de Bari fue uno de los pocos edificios que se salvo del pirata Francis Drake, quizás porque no tenía riquezas que saquear o por la obra que se llevaba a cabo en el mismo.
En la parte inferior por muchos años se veneró el culto de Nuestra Señora de La Altagracia, en espera de la construcción de la Iglesia de La Altagracia en el mismo lugar de la primera capilla; con entradas desde la calle Mercedes y el Hospital. Se conocía con el nombre de la Concepción.
Un problema económico de un mandatario compromete el terreno y la construcción.
El Estado adquirió las ruinas de San Nicolás y una noble señora de nombre doña Lea de Castro de Henríquez, adquirió el templo de la Altagracia y se lo donó a la Iglesia.
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